domingo, 25 de setembro de 2016

Paris, la ciudad luz (castellano)

Paris, la ciudad luz

Dos días después de mi cumpleaños llegamos a Paris en autobús, porque nuestro vuelo era hasta el aeropuerto de Beauvais, ciudad cerquita de allí. La primera visión que tuve fue de un centro comercial, con tiendas de lujo famosas. ¡Que ganas de comprar! Yo estaba con mi amiga y compañera de viaje Taynan. Hacer la primera ruta para llegar hasta el hostal ya fue difícil, pues eran muchas personas juntas y perdidas en la misma estación de metro. Taynan también estaba nerviosa, pues no habíamos pensado en la ruta antes y seria mi primera vez hablando francés o inglés después de mucho tiempo. Nuestra buena suerte fue que mi inglés salió fluido. Luego cuando llegamos hemos visto que mismo que yo intentara hablar francés, los parisinos me contestaban en inglés. Es equívoca la idea de que a los franceses no les gusta hablar otros idiomas, pues han hablado inglés en restaurantes, tiendas, hasta en la calle. Ellos son muy bien educados, pero si hablas francés con un acento diferente ellos repiten para corregirte. Jaja…
En el primer día almorzamos en una pizzería cuyo dueño vestía una camisa de la selección brasileña de futbol, coincidencia… Empecé en una situación graciosa, estuve detenida en el aseo, creo que todos en el restaurante se han enterado de lo que me ocurrió. Taynan tuvo que comunicarse a través de la mímica con el dueño y traducir para mí como abrir la puerta… ¡fue muy gracioso! Salimos de allí, con mucha vergüenza, para caminar por Paris. Comenzamos por los puntos más cerca, Monumento a la Bastilla, la Catedral de Notre Dame, que tiene muchas tiendas de recuerdos baratas cerca, el Panteon, con los edificios ligados a la justicia y la Iglesia de Saint Etiène, el Jardin du Luxembourg, lindo, y terminamos en la preciosa Torre Eiffel. Nos pusimos agotadas, no solamente por la 5 horas de caminada, pero también porque estábamos 2 noches sin dormir bien, la noche de mi cumple (que casi no me desperté para el viaje) y la noche del aeropuerto. Cuando llegué a la habitación me duché y dormí como una piedra.
El resultado del primer día fue muy positivo, pues conocimos algunos sitios menos visitados, las calles, las tiendas, los cafés y las personas. El según día sería dedicado a los museos Louvre y D’Orsay. Pero antes, fuimos al Arco de Triunfo que abre la Champs Elisèes, avenida linda llena de las tiendas más ricas, con responsables de la seguridad en cada puerta y seguimos para la Torre Eiffel, ¡si! fuimos allí otra vez, la hemos visto de varios ángulos. En el camino pasamos por el Museo de Arte Contemporánea y por una pista de correr. El mapa de turistas era nuestro mejor amigo, andar a pie es la mejor manera de ubicarse en una ciudad. Paris es una ciudad muy grande, entonces, no es posible llegar a todos los sitios a pie, con poco tiempo que teníamos realmente no es posible. El metro de Paris es uno de los mejores que he visto en Europa, el más eficiente.
Después de la Torre fuimos al Louvre, nos quedamos 5 horas desbravando el museo. Lo que más me gustó allí fueron esculturas renacentistas y las cosas de Egipto. Hay también mosaicos romanos, y cosas de culturas africanas y asiáticas, la Gioconda y las habitaciones de Napoleón. Lo que hay de pintura renacentista no fue tan especial para mí. Los jardines del Louvre son lindos y la noria también, está delante de él, la vemos de varios puntos de la ciudad. Pasamos por el Musée D’Orsay, sin tiempo de entrar, triste porque es el museo con más obras francesas del periodo del impresionismo y posimpresionismo, que es increíble. Paris, me suena como la ciudad con más actividades culturales, teatrales, musicales, cinematográficas que he ido, hay muchos carteles, outdoors…
Seguimos para el camino de la Ópera de Paris, y entramos en una tienda de Ballet que no hay en Brasil, Repetto, he comprado cosas y la chica que estaba trabajando era bailarina, charlamos bien… Solamente nos faltó conocer las luces de la ciudad por la noche.
Para mí, Paris es especial por su historia, por el idioma bello. Hay suciedad, pobreza, embotellamiento, problemas que existen en todas las grandes ciudades. Fue difícil hablar el francés, pero he intentado. Ellos hablan un “R” fuerte y no comprenden si hablamos con un acento diferente. Fue bueno para recordarme del idioma, no me acordaba de unas cosas de la pronunciación. Fue un grande sueño realizado estar en Paris, yo y Taynan estábamos muy felices, radiantes. Mi mamá decía que estábamos lindas en las fotos, quizá, estábamos mismo, por la felicidad  de estar allí, pues no nos hemos arreglado mucho y estábamos agotadas.



Notre Dame (detrás) Foto Rosamarina Quadros


Jardin du Luxembourg

Texto de Rosamarina Quadros
Estudiante de Historia del Arte
25/09/2016



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